De encuentros y bostezos


Estaba sentado, lánguido sobre el pupitre. como siempre los minutos eran eternos. no digo largos. eternos. el peor castigo para un estudiante aburrido es tener un reloj, es como una autotortura. casi un suicidio. miro el reloj: 8:27. la clase termina a las 9. según mis cálculos habrán pasado por lo menos 20 minutos desde mi última ojeada, y es el momento idóneo para pedir permiso de salir al baño y nunca regresar a la clase, hasta que haya finalizado. miro el reloj: 8:32. créelo o no. sólo cinco minutos han pasado. 5 minutos en los que pensé en innumerables cosas. primero, por tu agotado cerebro, desfilaron una serie de preocupaciones.sabía que mi examen sería mañana. esa misma mañana, al principio de la clase, me propuse por todos los medios posibles, permanecer atento. sí, atento. mi fuerza de voluntad habría durado unos 10 minutos, cuando mi compañero, Nabucodonosor Moctezuma había bostezado. ¿qué estarían pensando los papás del infeliz al llamarlo: Nabucodonosor Moctezuma? para empezar, demostraban tener conocimiento nulo en cuánto a la estética fonética. también, seguramente, pensaban que al ponerle a su primogénito nombres de dirigentes de grandes civilizaciones, el infeliz sería resplandeciente. es una pena informarles ,señores padres de Nabucodonosor Moctezuma, que su hijo es de las bestias más colosales que hayan pisado este colegio. y créanme, aquí se podría considerar un bestiario medieval. el engendro, si en otras materias era brutalmente lento, en Física era, de verdad, como si se propusiera ser el peor de todos los alumnos de Física de la Vía Láctea. parecía como si no supiera, ni siquiera, que existía una fuerza llamada gravedad, que era la culpable de que siempre, por la torpeza de sus piernas, estampara su adiposo rostro sobre el patio cuando por accidente, un humilde servidor, le ponía el pie mientras intentaba correr hacia los salones. en fin, regresemos al bostezo. como deben saber, el maldito bostezo es un reflejo humano, y aunque no sé si Nabucodonosor Moctezuma califique como humano, me lo contagió. mi boca se expandió utilizando toda la elasticidad muscular posible, y mi garganta emitió el suspiro caracrerístico de este acto tan humano. pobre imbécil N.Moctezuma. el maestro vio mi respuesta al bostezo de N.M. y me echó su mirada inquisidora. ¡cómo odábamos todos cuando echaba la mirada! con su voz incapaz de ocultar el júbilo que le producía descubrir a alguien sufriendo en su amada cátedra "divertidísima", aclaró su garganta y escupió: "Señor, de la tercera fila, por favor, deme su "apeido". el imbécil, para empezar, sabía mi apellido de memoria, pero eso no me molestó tanto. fue su sustantivo lo que detonó mi ira. "Apeido", ¡no puede ser! si hay algo que detesto es que digan tonterías y esas cosas, pero "Apeido" es algo que no puedo soportar. tomé mi cuaderno, en el cual sólo había incontables firmas mías, que casi ni recuerdo haberlas realizado, pero que mi subconsciente se había encargado de hacer, mientras a lo lejos escuchaba la tediosa clase, también guardé mi calculadora, con la cual sólo jugaba a ver qué palabras podía escribir con las variables literales, y por supuesto también guardé la pluma que me había prestado la bestia Nabucodonosor Moctezuma. no se la quise devolver, en venganza por haberme contagiado su pereza incluso más extrema que la mía, y haber ocasionado que el maestro me pidiera mi "apeido", lo que derivó en mi ira mental, y en que decidiera salir del salón en vez de quedarme en un suplicio de proporciones jupiterianas, es decir gigantescas. por eso no le devolví la pluma. salí del salón con una sonrisa burlona en mi rostro, sonrisa que todos los maestros odian, y caminando lentamente, muy lentamente, creo que eso lo odian más. se quedó como idiota, con su pose falsa, y con cara de loestoyesperandoseñor. Ja. imbécil. ya fuera del salón, no tenía nada qué hacer. todos estaban en clases, seguro igual o peor de aburridos que yo. así que opté por sacar mi celular y jugar "viborita". estaba apunto de ser el campeón de viborita entre mis amigos. puse mi juego. casi grito del enojo, en serio, creo que hasta hoy tengo fisurado el nudillo o algo así, porque me quedó una hendidura.qué desgracia. era lo primero que le había dicho a todo retrasado mental al que le prestaba mi celular. "Haz lo que quieras, namás no abras Snake, s'il vous plaît" (soy muy culto, fino y refinado en mis idiomas, Ja). cuál fue mi sorpresa, cuando abrí mi jueguito, y me salió New Game, ¡sí! New Game. algún mongoloide había jugado. mi reacción natural fue un puñetazo seco a un maldito bebedero inservible, sucio y extremadamente duro , que tenía a mi derecha. el dolor de mi mano disipó el dolor de gamer de viborita y tuve que ir a la pésima enfermería a que me socorrieran con mi extremidad. llegué al cubículo que disfrazaban de enfermería. creían que con poner una cruz de color rojo en la puerta ya era suficiente para mantener tranquilos a los alumnos y éstos pensarían que el servicio de primera. aunque apuesto a que inútiles como Nabucodonosor Moctezuma sí lo pensaban. en fin, quería hacer tiempo y entré a la enfermería. la "enfermera" leía una revista de chismes de la televisión, con una mujer de escultural cuerpo en la portada. alzó la vista y me vio. pareció no importarle durante unos segundos, pues estaba terminando el reportaje de la boda de Noséquién con Nosequé. al terminar su educativo reportaje, me volvió a mirar y me dijo con voz tan pero tan dulce como de amor maternal: "¿Ahora qué?" no sé porqué alguna gente si odia su trabajo o algo, tiene que hablarles tan mal a las personas que se supone que tienen que ayudar. pero bueno, le enseñé mi nudillo que parecía haber doblado su tamaño. lo miró. lo palpó tosca y agresivamente y fue por algo a su locker. le decía "locker" la mujer, y ni siquiera sabía decir "Hello" o la canción de "Pollito: chicken, gallina: hen..." o cualquier otra tontería en inglés. pero bueno, de su locker, sacó un vasito cónico de papel. en él vertió su "remedio" para mi nudillo. créanlo o no, el vasito tenía miel con limón. sí, miel con limón. estaba demasiado cansado y aburrido para discutir. di las gracias y salí de la profesional enfermería. ya fuera, me bebí lentamente la miel con limón. por lo menos era deliciosa. mi estancia con la enfermera duró más de lo esperado gracias a su lenta lectura, y ahora eran las 9:05 lo que significaba que la siguiente clase había empezado y ni siquiera había visto a mis amigos en el cambio de salón. decidí irme de la escuela antes de encontrarme con algún prefecto con complejo de cazador. fue entonces cuando te vi salir del salón enojada. supuse que te habían sacado injustamente porque respondiste a una molestia, o te habías reído por algo que había dicho Algúngüey, o cosas similares en las que al verdadero responsable nunca lo castigan. yo te había visto en otras ocasiones y me llamabas mucho la atención, así que esta vez fui en tu "caza" jaja. Y ya sabes el resto de la historia, platicamos, salimos en la noche, te di mi msn, mi cel, etc. debo confesar que te veías hermosísima eh. jaja ¿cómo ves?
Silencio.
Silencio.
Chale, si tú fuiste la que me pidiera que te contara cómo fue la primera vez que nos conocimos, y lo que pensaba y todas esas madres, neta que detesto que te duermas mientras te cuento las cosas. ¿Para qué me ruegas e imploras y noséqué que cuente y me emocione? y...chale, neta que no mames...
Silencio.
Silencio.
Silencio.
Suspiro.
Fin.

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