Andanzas de un Buen Hombre: Cap. I : Un Forastero en Vera Violeta.


de todas las enseñanzas que le habían dado a Ulrico Buenaventura, su padre le había hecho especial hincapié en la que a su juicio era la más relevante: "ser recordado como un buen hombre". esa frase, sin embargo, había dejado de describir a Ulrico desde el día aquél en que con un arranque de ira & rencor incontenibles, había preparado para su padre un rico guisado de pejelagarto con una cargada guarnición de arroz aderezado con cicuta, lo que causó el cese respiratorio del siempre bien recordado Urías Buenaventura. la causa de la ira & del rencor, era que el viejo no había permitido que Ulrico cobrara "de más" en la maderería que regentaban. desde esa tarde, el joven Buenaventura decidió jamás volver a comerciar con ningún otro objeto & mucho menos con madera.pero además de esa inofensiva decisión, con la adrenalina a tope pero sin remordimiento alguno mató a uno de sus progenitores. después de meditar, comenzó la travesía que lo llevaría, según sus planes, hasta una lejana & olvidada población en la cual empezaría su carrera criminal, al menos "formalmente".

con sólo 2 monedas restantes dentro del trapo sucio & arrugado que usaba Ulrico como cartera, logró llegar al fin, habiendo dejado atrás 5 mujeres & muchos litros de alcohol, a su deprimente destino: Vera Violeta "El Territorio Yak". de haber llegado 40 años atrás, habría visto a Vera Violeta como uno de los principales destinos turísticos de la nación, donde sus habitantes se jactaban de fabricar la mejor Crema Pastelera de Leche de Yak del mundo [mérito que quedaba reducido, pues la leche de Yak se limita a algunas áreas que se podrían contar con los dígitos disponibles] que además de su exquisito sabor, su color, en honor a su nombre geográfico: era violáceo. así como ostentar uno de los niveles más altos de turismo mundial, tanto por la calidez de sus habitantes, como por la belleza arquitectónica, climatológica & crómatica del pintoresco pueblo. no obstante, para el tiempo en que Ulrico Buenaventura puso su pie asesino en Vera Violeta, el pueblo no se jactaba de nada & ni siquiera figuraba como destino turístico, sus casas emitían quejumbrosos sonidos por lo ventoso del lugar & el abundante polvo violeta acumulado por sus angostos callejones, formaba sutiles esbozos con el aire,como si fuera el último artista del lugar con un blanco lienzo.
3 pequeños jugaban a dibujar algún garabato sobre el suelo violeta. sus risas & palabras al viento se vieron súbitamente interrumpidas por la silueta del forastero que se acercaba con paso tambaleante. Buenaventura había gastado la mayor parte de su dinero en alcohol & mujeres como se especificó antes, alcohol que había bebido hasta la última gota que le quedaba hacía sólo 2 hrs atrás ocasionando el bamboleo. el mayor de los 3 infantes asumió el rol de líder & siendo más valentón que valeroso, acudió al encuentro con el viajero. al ver que aquél enano aproximábase raudamente, Ulrico salivó portentosamente & escupió lo más lejos que pudo para marcar distancia. el etílicosalivoso líquido cayó a los pies del anonadado pequeñuelo, que abrió su mandíbula casi al punto de la dislocación & emitió un sincero:
-"¡Pa' su mecha!".
el forastero al saberse en control de la situación, prosiguió más cadencioso al encuentro con la cría de humano.
-"S-soy Ulric-o Buenaventura" tartamudeó debido a las bebidas ingeridas, "b-busc-o a el m-más sh-shingón...d-de por acá" rematando con un "cabrón." que al escucharlo, los núbiles oídos del chicuelo recibieron con un ahogado gemido de sorpresa.
- "Ejte, puej mire, joven, ¿será que bujca al Viejo Tar?" cuestionó el minúsculo homínido, con un acento propio de la región .
-"Po-s a ver, ll-llévame con es-e güey, si no q-quieres que te de un ma-d-drazo, chamaco inútil."
-"Ah pero si ni soy chamaco, ya ejtoy bien curtido, me llamo Simeón joven. Pero vamoj puej, que pa'pronto ej tarde."

Simeón, sus amigos & Ulrico Buenaventura, después de ese bizarro primer encuentro, caminaron juntos por el sendero que los conduciría hasta la vetusta residencia del no menos antiguo: "Viejo Tar".
-"Pero antes,"agregó Buenaventura, "quiero tragar algo porque me está rugiendo la tripa bien pero bien cabrón.".

Tarsicio Eluterio Vilavaro mejor conocido como el "Viejo Tar" era el ser humano más longevo sobre el árido suelo veravioletano. Buenaventura & sus guías lograron llegar a la casa. Digo "lograron", porque fue una hazaña, debido a que al forastero el alcohol había mellado el metabolismo & su estómago resintió la carga etílica, así que a medio camino tuvo que detener el convoy humano para expulsar la causa de su malestar, no sólo salió todo el alcohol no digerido, también los tacos de yak que había engullido unos minutos antes & que aún no eran destruidos por los jugos gástricos. los infantes emitieron un totalmente justificable gemido de asco, acto que Ulrico juzgó como "demasiado pelado" & abofeteó a cada niño dos veces, siendo Simeón el "menos" perjudicado pues le "caía bien". Habiendo limpiado los restos vomitivos de sí, el mayor de los homínidos pidió al líder infantil proseguir a su destino, cosa que hicieron instantes después. caminaron & caminaron. casas vacías, locales cerrados & ni perros que quedasen. algún yak escuálido "pastaba" en la casi inexistente hierba amarillenta & dura que quedaba por algún lugar donde se posara la vista. fue así, con ese deprimente paisaje & con los huaraches [los niños] & las botas [Ulrico] que al fin divisaron a lo lejos la inconfundiblemente naranja: Mansión Vilavaro.
de haber tocado la puerta 40 años atrás: un sirviente habría abierto las puertas de oro puro para dar bienvenida a los visitantes, habría revisado la lista de "visitas esperadas" mientras 10 guardias apuntaban sus mosquetes a los intrusos & como no habrían estado en ella, habrían hecho una sola pregunta: "¿Qué chingados quieren?" los visitantes habrían explicado sus razones & si por algún motivo cometían "una descortesía" como carraspear o no hablarle de usted a su interlocutor, los 10 guardias habrían descargado una lluvia de pólvora & plomo a los visitantes que habría perforado su cuerpo con una repugnante escena de violencia.
pero tocaron a la puerta de lámina 40 años después & la voz del Viejo Tar, rasposa & con hartazgo fue lo que salió de vuelta, aunque la frase,bueno, esa sí no cambió: -"¿Qué chingadoj-quieren?".
-"Ábrame viejo infeliz, que ya llegó por qui-ién llo-r-aba. ¡Ah jijo! sh-e alcohol es-staba pesad-ito" respondió Ulrico.
El Viejo se levantó de su mecedora al escuchar una voz que no le era familiar, asió firme el bastón de cuerno de yak & ceiba que usaba para compensar lo defectuoso de su rótula & más tarde que pronto abrió de par en par las puertas de la Mansión Vilavaro. en realidad de "mansión" tenía lo mismo que una de esas casas que se construyen "a granel" tiene, pero gustaba de la "importancia" que le otorgaba el apelativo a su residencia.
[Tarsicio Eluterio Vilavaro presumía sus 96 años con orgullo envidiable. las arrugas de su rostro no lo dejarían mentir, tampoco así los escasos cabellos albos que nacían del cuero craneal añejado. usaba lentes desde los 90, bastón desde los 38 por el estatus que le concedía en aquel entonces. sin embargo conservaba su dentadura original, nadie sabía cómo, pues jamás los había cepillado o siquiera enjuagado, sus dientes eran algo excepcional, resistente cual virus, cual él mismo. había sobrevivido 53 emboscadas & media, pues la "media emboscada" nunca culminó & logró acabar con ella con sólo palabras a sus adversarios. tenía 5 cicatrices de bala en las extremidades & 2 en la caja torácica. la voz rasposa se debía a los 24 cigarrillos que diariamente fabricaba & consumía. de su estatura máxima que algún día alcanzó los 222 centímetros, hoy las deformaciones lo habían reducido a 190, bastante imponente todavía para su edad. con esa figura colosal & con la experiencia que le habían dado los años, el Viejo Tar era el veravioletano más reconocido mundialmente, algún día fue dueño del pueblo entero e incluso fue considerado uno de los 5 humanos más acaudalados. pero con el declive de la economía en la población, también cayó el "Gigante Vilavaro", no sólo monetaria, sino físicamente, mas no mermó su presunción.]
Ulrico Buenaventura había soportado muchos insultos paternos a lo largo de su infancia, pubertad & temprana adultez, su paciencia era estrecha & su rencor inmenso. el tiempo de espera le había parecido eterno & al encontrarse sus 180 cm con los 190 del Viejo Tar, a pesar de sorprenderse por la envergadura del anciano, no mostró su sentir & le estiró la mano con una mezcla de ira & determinación, "así como todo hombre debe saludar",decía su padre. ambos repugnantes individuos estrecharon los cinco dedos de sus diestras manos & como si se hubieran puesto de acuerdo, al unísono espetaron:
-"¡Váyanse a ver si ya puso la marrana, pinches escuincles!"
presurosos & temerosos, los pequeños dejaron a su partida una efímera estela airosa de tierra violeta.
Ya solos, los dos hombres intercambiaron silentes miradas. los negros ojos del forastero miraban desafiantes, densos como ése hoyo que hace alusión a la coloración de su iris, con esa expresión que sólo se consigue cuando se ha asesinado a alguien. enfrente, 10 cm más arriba, éstos incandescentes carbones se topaban con dos globos oculares de un tono miel, triste, opacado por el paso del tiempo, pero que en el fondo, en ese vórtice oscuro como la obsidiana al que llamamos pupila, distinguíase un resplandor, una elegía de ésos tiempos de gloria.
-"Si hay algo que no se envejece, es la dignidad."
dijo el Viejo,como leyendo la opinión de su visitante
- "Ni lo caliente, viejo cabrón" complementó Ulrico al admirar los afiches de voluptuosas señoritas que ostentaba el Viejo Tar en sus paredes descoloridas.
- "Ta güeno, mucha opinión, pinche choto, pero todavía no me dicej ni quién chingadoj-erej ni qué chingadoj-quierej-tú acá."
-"Sereno, moreno. Mire-e, yo ya sé que te di-icen Tar, & e-esos chamacos me dijeron que eras el mero mero de por acá, ¿quíhubolas mi información,eh? pues tu pinchi "imperio" está jodido, ¿¡qué digo jodido!? ¡JODIDÍSIMO, CABRÓN! Por eso vengo-o.Yo soy Ulrico Buenaventura, para servirle ni a nadie ni a usted."

el viejo lo miró detenidamente unos segundos para después soltar una bestial carcajada. amagó con cerrar la puerta, pero la manaza de piel gruesa & tostada de Ulrico Buenaventura impidió la acción. el Viejo aplicó más fuerza, pero era como enfrentarse a una muralla. cuando de fuerza bruta se trataba, no había en ni en ese pueblo ni en todo el país, alguien que igualara la salvaje musculatura del asesino.
-"¡P'ala mecha! ¡pero si ejte chotito no salió tan ejqueletito!"
-"Se lo vuelvo a repetir Viejo," agregó un Ulrico ya sobrio, "no me provoque, hable conmigo & no tendrá problemas, una chingadera más de éstas & no respondo."

mala fue la decisión que el senil cerebro del anciano procesó.
llevó su artrítico brazo al bolsillo posterior de su overol beige de ex-trabajador, ahí donde siempre guardaba un paliacate por su alérgica herencia al polvo,ácaros & demás porquerías, pero siempre junto con el rojo pañuelo, estaba su preciada & reluciente pistola Colt. Buenaventura, no obstante, era intuitivo, analítico, aunque bestial en otros aspectos, su intelecto era algo destacable, portentosa su capacidad de anticipación & velocidad al pensar & actuar. con fortaleza asió el brazo amusculoso de Tarsicio Eluterio Vilavaro, como una serpiente constrictora triturando la osamenta de su presa, las falanges lozanas apresaban al antebrazo vetusto, frágil & poroso por el paso de Cronos. el rostro que parecía arado por el tractor de la edad se contorsionó con una mueca de dolor, la dentadura inmaculada, la única sobreviviente además de la soberbia de la áurea época de auge veravioletano, ésa salió, se mostró por última vez. minutos después, yacía con la boca cerrada, cubiertos los dientes por los labios & con un brazo roto, además del cráneo traumatizado por un codazo brutal, inhumano, asesino. asesino. asesino. así perecía el último vestigio que el mundo conocía sobre el pináculo de la población. había llegado el momento tan ansiado & bien planeado por ese forastero, al cual los nativos, adoptarían pronto como un hijo. por ese despiadado humanoide sin escrúpulos, de ideas trastornadas & conducta totalmente amoral. era el momento para que se alzara con el poder, realizara el trabajo arduo de reconstruir un pueblo, con el sacrificio adictivo que necesitaba para sobrevivir ese engendro sin sentimientos. pero con la satisfacción momentánea de triunfo mortal sobre la línea vital de un viejo desguarecido, con ese placer también vino a su mente como una herida fotográfica, un puñal doloroso que rasgaba su memoria, invocó aquélla frase tan repudiada. "ser recordado como un buen hombre". así que sagazmente: fue por un florero, lo estrelló en el suelo, rompió el recipiente & el bastón del anciano. no necesitaba de una escena completamente limpia de huellas digitales o cualquier otra "pista" pues no existía ningún forense, sin embargo sí quería fingir un accidente mortal para la opinión masiva, para que lo amaran con sus buenas acciones siguientes. para que lo alabaran por haber dádole un "Santo Sepulcro" al pobre Tarsicio, además de ser el "descubridor" de su cadáver.
"Pobre Viejo Tar" repetía la gente. pero Ulrico, carismático & manipulador tomaría el bridón de los descarriados habitantes con frialdad e inteligencia impasibles.
así se inició la ficticia historia del Viejo Tar & su fatal bastón de ceiba que le falló en el momento en que salía a recibir a :"El Ponderoso Forastero".Pero aún más destacable es el hecho que ahí también se iniciaba la leyenda, el mito de Ulrico Buenaventura que, fiel a su promesa, con su segunda calavera a cuestas & un pueblo nuevo para un glorioso ascenso, comenzaba a escribir su leyenda...

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